Soap bubbles

Tomando algo hoy en Dolores Park apareció un chico que se puso a hacer pompas de jabón gigantescas y no pude evitar coger la cámara, acercarme y hacer fotos.

Movies to watch twice: Reality Bites.

Sólo he visto Reality Bites dos veces en mi vida, una cuando tenía 17 años y otra la semana pasada. Cuando la ví con 17 no entendí muy bien de que iba la cosa, la X Generation me la soplaba, yo quería ver a Winona Ryder, mi actriz favorita desde Eduardo Manostijeras y a la que la cínica industria del cine americana apartó de mi vida al castigarla al mayor de los olvidos por cometer el gran pecado de ser cleptómana, fíjate tú. 

Cuando volví a ver la película la X Generation me hizo pensar mucho en la generación que ahora vivo, la generación de los tristes años 10, una década de pobreza en la que nos han metido los padres de nuestros amigos y conocidos (nunca los nuestros por supuesto) y de la que tenemos que salir como sea. De Reality Bites (título con juego de palabras del que me dí cuenta hace poco) me quedo con las pintas de Wino y el inolvidable baile de "My Sharona" en el súper. ¿Quién no ha vivido esa escena alguna vez? Como cuando vas en el taxi con tus amigos en Estado de Embriaguez (el Estado más guay  después del de California), le pides al taxista que ponga la música más alta y lo das todo. Pues algo así, pero con Winona Ryder vestida de Salvados por la Campana.

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Pictures taken from the movie, I do not own any right on them

Mi primer mes en SF ha volado.

San Francisco es una ciudad hecha para que la gente se lo pase bien. Es imposible estresarte aquí, por mucho trabajo que tengas que hacer en la Uni y tacos de libros que te tengas que leer. Ya casi no quedan hippies, pero es que San Francisco es hippie por sí sola.
 

Be ECO my friend

El otro día me pasé por la huerta ecológica de la USF, mi universidad, e hice algunas fotos. Es genial lo conscientes que son en San Francisco de la necesidad de comer alimentos sanos, sin pesticidas, aditivos ni GMOs. En los supers hay hasta marca blanca de comida orgánica, algo imposible en España donde si quieres comprar comida sana tienes que pagar 4 euros por un tomate orgánico y la gente te mira como si estuviesen hablando con un unicornio cuando dices que la razón por la que no comes algo es por la cantidad de colorantes y conservantes que tiene. ¿Por qué nuestros abuelos viven tanto? Pues, entre otras cosas, porque gran parte de su vida se han alimentado con comida de verdad. 

Road 1. San Francisco - Los Angeles